Sistemas Representacionales.
Se denomina así a los sistemas sensorio-perceptivos mediante los cuales percibimos el entorno, explicamos nuestra experiencia y construimos nuestro modelo del mundo.
Con ellos representamos la experiencia interna y externa que estamos viviendo. Hay tres sistemas representacionales básicos:
- Visual: capacidad de recordar imágenes y la posibilidad de crear nuevas imágenes y de transformar las ya vistas.
- Auditivo: capacidad de recordar palabras y sonidos escuchados con anterioridad y de formar nuevos sonidos.
-Kinestésico: sensaciones corporales, táctiles, viscerales y propioceptivas, emociones, sabores y olores recordados o diseñados.
Estas clases perceptivas constituyen los parámetros estructurales básicos de la experiencia humana y el bagage de la misma. Usamos todos los sentidos a la hora de procesar la información aunque tengamos un sistema preferente en un momento o situación determinada.
Además, la PNL considera que empleamos los mismos caminos neurológicos para representar la experiencia en nuestro interior que para experimentarla directamente. Las mismas neuronas generan cargas electroquímicas que pueden medirse con lectores electromiográficos. El pensamiento tiene efectos físicos directos, es decir, la mente y el cuerpo son un sistema.
La submodalidad es cada una de las distinciones que podemos hacer dentro de cada una de las tres modalidades de sistemas de representación. El aspecto más interesante de las submodalidades es lo que ocurre cuando se modifican sus parámetros. El impacto y significado de un recuerdo o pensamiento está más en función de unas pocas submodalidades críticas que del contenido.
En la representación interna de nuestras experiencias vitales podemos actuar en lo que nos representamos y en la forma como nos lo representamos. Así pues, utilizando las submodalidades y la variables asociación – disociación, podemos cambiar notablemente la vivencia de dichas experiencias.
Francisco Quesada
