¿Qué son las migrañas?
El dolor de cabeza o cefalea es uno de los trastornos del sistema nervioso más común entre la población, la OMS calcula que, en general entre la mitad y las tres cuartas partes de los adultos entre 18 y 65 años han sufrido una cefalea en el último año y más del 10% de este grupo ha padecido migraña. Además, el dolor de cabeza puede constituir un trastorno neurológico en sí mismo, como es el caso de la migraña, puede ser secundario a una enfermedad neurológica como un tumor o una infección o puede ser resultado de factores psicológicos, especialmente del estrés, causando cefaleas tensionales.
La migraña es quizás el trastorno neurológico más común, afectando al 5% de la población en algún momento de su vida. Se trata de un dolor fuerte y pungente, frecuentemente en un lado de la cabeza y a menudo coincidente con el pulso. Un ataque de migraña, normalmente es precedido por una perturbación visual, llamada aura, que se produce en una región restringida del campo visual. Esta aura se cree que se produce porque la vasoconstricción de una o más arterias cerebrales ha producido isquemia de la corteza occipital. El verdadero dolor de cabeza comienza cuando la vasoconstricción cesa, terminando así la perturbación visual, y se produce la vasodilatación. El dolor de cabeza se manifiesta como un intenso dolor localizado aunque normalmente se extiende por todo el lado afectado y a veces también al lado opuesto. El fuerte dolor de cabeza puede ir acompañado de nauseas y vómitos, y puede durar horas e incluso días. La frecuencia de los ataques de migraña varía desde muy a menudo hasta uno a la semana o uno en toda la vida. En los casos en que la migraña es frecuente, esta afección disminuye con el tiempo y normalmente cesa a mediana edad.
La migraña se creía que era muy rara antes de la adolescencia, pero en estos últimos años se ha reconocido que también afecta a los niños, aunque la incidencia real en esta población es incierta.
La migraña se trata con fármacos específicos en el momento del ataque (ergotamina + cafeína) y con medidas preventivas en el periodo intermedio entre los ataques. Un gran número de factores ambientales parecen provocar ataques de migraña: la ansiedad o el cese de la misma, la fatiga, la luz brillante y, en muchas personas, alergias específicas, particularmente a la comida y a los vinos. La eficacia de los tratamientos suele depender en gran medida de un correcto diagnóstico y de las medidas preventivas puestas por las personas ante los factores ambientales precipitantes.
Autor: Francisco Quesada
